La ágata de la India, con sus variadas tonalidades, simboliza la armonía, la paciencia y la conexión con la naturaleza.
Es reconocida por equilibrar las emociones y promover la introspección, ayudando a enfrentar los desafíos con serenidad.
El símbolo de Buda irradia la sabiduría, la compasión y la calma espiritual, invitando al autoconocimiento y la paz interior.
Al unirse, ofrecen un amuleto que alinea la mente y el corazón, brindando estabilidad emocional y claridad de pensamiento.
Es una combinación perfecta para quienes buscan cultivar el bienestar y la serenidad en su camino espiritual.
Esta pulsera está hecha a mano con dedicación y buena energía, cada piedra fue seleccionada por su color y belleza.