La amatista y la turmalina forman una dupla que armoniza la conciencia espiritual con la protección energética.
La amatista aporta serenidad, claridad mental y favorece la conexión interior.
La turmalina actúa como un escudo ante energías negativas, estabilizando las emociones.
Juntas, fomentan la introspección segura, permitiendo trabajar bloqueos internos con mayor confianza.
Es un amuleto perfecto para quienes buscan crecer espiritualmente sin descuidar su protección y equilibrio emocional.
Esta pulsera está hecha a mano con dedicación y buena energía, cada piedra fue seleccionada por su color y belleza.